¿Por qué Sacado del Medio? Acá nos presentamos

viernes, 28 de enero de 2011

Rápido y furioso... para pagar

Nuestro amigo DP de los blogs El diablo se llama Trotsky y Artemuros, luego de leer una nota en Página 12, subió este excelente post al primero de ellos. Vale la pena compartirlo con ustedes.



Leemos: “la Argentina reconocerá los intereses y punitorios desde la cesación de pagos, lo que eleva la deuda a casi 9000 millones de dólares, según explicaron a Página/12 fuentes gubernamentales. Ese monto incrementa en 50 por ciento la deuda original de 6050 millones defolteada”. ¿Qué tal? Esto sí que es “hacer negocio”… si uno es banquero (imperialista) acreedor, claro.
He aquí la “misión nac&pop” del –proveniente de la Ucedé y el CEMA- ministro Boudou: pagar millones de dólares al Club de París (al final parece que tiene razón el encuestólogo y blogger K Artemio López, y tal vez sea mejor que apoyen Filmus en vez de Boudou en Capital… Bah: igual todos son sapos; tal vez alguno más tragable que otro para la “progresía K”…).
Pero guarda, que el relato de Página/K sigue así: “En el Ministerio de Economía señalan que no plantearon la batalla más dura en la determinación del total de la deuda, sino que la apuesta para la próxima fase de la negociación es conseguir plazos extensos para el pago. La intención oficial es extender el plan de pagos entre cinco y seis años, contra los 18 meses que pide el Club”.
¡Esa sí que es una ¿“dura batalla”? por la “soberanía nacional” y la “independencia económica”! Claro: pagar, sí… pero en más cuotas… como si eso cambiara la naturaleza usuraria de la deuda –ahora aumentada en casi 3000 millones-. En verdad no se puede seguir con ironías, y hay que decirlo así de sencillo: con esto se ve claramente la vocación cipaya del gobierno.
¿Y la “justicia social”? Al parecer, como me decía recién un compañero, parece que –con esta nueva millonada que pagará el gobierno nacional- los descamisados tendrán que seguir siéndolo.

martes, 25 de enero de 2011

CFK: Es lógico que los ricos puedan hacer negocios a los 18 años, es lógico que los pobres puedan ir preso a los 14

Una adecuación a los tiempos. Eso sería según Cristina Kirchner la baja de edad de imputabilidad a los 14 años de edad. Luego de destacar que la baja de la mayoría de edad (sancionada el año pasado) le permite a los jóvenes de un segmento de la población hacer negocios, explotar trabajadores y viajar. Y sin dejar de estigmatizar a la juventud actual, diferenciándola de la de tiempos pasados. La presidenta de la nación, consideró lógico bajar a 14 años la edad de imputabilidad, aunque admitió que esto no es una solución.

Hace unos días, refiriéndonos al mismo tema, denunciamos los malabares del periodismo oficialista para ocultar la derecha kirchnerista, destacando como los periódicos oficialistas Tiempo Argentino y Página 12 ocultaron los enfáticos pedidos de bajar la edad de imputabilidad del gobernador Scioli. Hoy, frente a esta confesión de parte, vemos como los diarios referidos vuelven a manipular la información ocultando los aspectos reaccionarios del gobierno “nacional y popular”

sábado, 22 de enero de 2011

Los malabares del periodismo oficialista para ocultar la derecha kirchnerista

Clarín tiró la piedra, su titulo principal de la tapa de hoy dice: La edad para juzgar a los menores divide a Scioli y el Gobierno

Es un hecho, el gobernador kirchnerista de derecha Daniel Scioli, responsable político de la desaparición por parte de la policía bonaerense del adolescente Luciano Arruga de la cual en pocos días se cumplirán dos años, reclamó que la edad de imputabilidad sea bajada a 14 años de edad y prometió que sus legisladores acompañarían el proyecto. Al menos 5 diarios (Clarín, La Nación, Ámbito Financiero, Crónica y hasta el diario kirchenrista de derecha Infobae) levantaron las declaraciones del gobernador de la provincia de Buenos Aires. Sin embargo, Tiempo Argentino y Página 12, los dos diarios oficialista con prédica progresista, las ocultaron deliberadamente. El primero sólo hizó referencia al rechazo a la baja por parte de los ministros Garre y Randazo, pero lo del segundo fue más alevoso. Página 12, comenzó el copete de la nota titulada “Imputar o no imputar, ésa es la cuestión” con la frase: “Macri reclamó la baja de edad de imputabilidad” implementando de esta manera la estrategia discursiva que el gobierno viene desarrollando desde hace tiempo: La derecha esta en la oposición, no en el gobierno. 
 
Las contradicciones de este gobierno bonapartista se suceden a diario. Hoy, su enfrentamiento con parte de la corporación mediática expone de manera concreta los límites del proyecto “nacional y popular”. Seguramente, en este año electoral, veremos muchas veces estos embrollos y seguiremos observando como el “periodismo militante” intenta tapar el sol con las manos.

Artículos referidos:

Publicado originalmente en observatoriomarxistademedios.blogspot.com

viernes, 14 de enero de 2011

Trabajo esclavo: la impostura del gobierno. Dixit + extractos de notas

¿y en el sector textil? ¿y en el de la construcción?


Gravísimo: del gobierno tampoco




Extracto de notas de La Verdad Obrera de esta semana. Hacé click en los títulos para leerlas completa.


(…) Aunque Cristina Kirchner metió presión con la presencia de Tomada, en la reunión con la Mesa de Enlace no se discutió ningún tema relevante para los trabajadores del campo. El Ministro de Agricultura sólo comunicó créditos a tasa cero a los “productores” trigueros y a tasas subsidiadas a otras producciones, a lo que se sumó la medida de la liberalización del saldo exportable de trigo.
(…)
Todos estos malabares de lo que dan cuenta es que el “modelo” de los K favoreció la agriculturización, con preponderancia de soja sobre el resto de los cultivos, llevando a la caída de la producción de otros alimentos. Aunque algunos presentan cierta recuperación, es insuficiente. La sojización se impone gracias a su gran rentabilidad (…)

lunes, 10 de enero de 2011

Los medios y el trabajo esclavo


El jueves pasado en Nidera y Southern Seeds: el agropower esclavista, una nota publicada en La Verdad Obrera, Verónica Zaldívar reflexionaba acerca del rol de los medios en esta remozada campaña contra el trabajo esclavo alertando que “cada cual atiende su juego”: los medios opositores ocultan e intentan fijar su propia agenda, mientras que los medios oficialistas intentan mostrar a un gobierno progresista encubriendo el giro a derecha de los últimos meses.
Los días posteriores nos muestran que la compañera estaba acertada en su análisis. Por ejemplo hoy, en la sección Gráfica Registrada del oficialista Tiempo Argentino, puede leerse un debate con la editorial del sábado de La Nación

Una evidencia más contundente la encontramos en otro artículo de Tiempo Argentino de hoy. Tal como denunciamos en un post reciente, el periódico oficialista vuelve a manipular el encabezado de una nota para darle al gobierno un barniz progresista que ni siquiera se puede justificar en los dichos de Julián Domínguez (ministro de Agricultura) el funcionario consultado, quien lejos hacer notar la preocupación por el trabajo esclavo en sus declaraciones, destacó la preocupación que existe en el gobierno por mantener las ganancias empresariales.
Amén de la denuncia de la manipulación, nos llama la atención lo limitada que puede ser hasta discursivamente la progresía oficialista. Ellos dicen “en el Ejecutivo existe malestar porque, pese a la elevada rentabilidad, las condiciones laborales del sector han empeorado.” Nosotros preguntamos ¿si le rentabilidad no fuera elevada, en el Ejecutivo no existiría malestar por el trabajo esclavo?

Reproducimos el extracto del artículo de LVO referido. La nota completa puede leerse acá.

En los medios, cada cual atiende su juego
La mayoría de los grandes medios oculta estas situaciones (la del trabajo esclavo), tanto para no perjudicar a las empresas, como para fijar su propia agenda: la de la inseguridad y el miedo, la de ataque a los que luchan y se organizan, sobre todo si pertenecen a los sectores más explotados de la clase obrera como fueron los sin techo que ocuparon tierras durante diciembre. Estos medios, hoy opositores al gobierno, defienden ante todo la propiedad privada y muestran preocupación constante por la “seguridad jurídica” que se supone no hay en Argentina (aunque en los últimos años haya quedado sobradamente demostrado que los Kirchner son acérrimos defensores de la “seguridad para explotar” de los empresarios).
Otros medios vienen mostrándose como los voceros privilegiados de una remozada “campaña contra la esclavitud” ejercida por algunas corporaciones rurales: son los oficialistas como Página/12 y 678. ¿A qué se debe tan repentina preocupación por los esclavos del siglo XXI? Viendo los hechos de los últimos meses, y como venimos expresando desde La Verdad Obrera, puede verse un claro giro a la derecha del gobierno de Cristina Fernández. Las notas de Verbitsky y compañía intentan seguir mostrando a este gobierno como progresista frente a las grandes corporaciones a las cuáles perseguiría y enfrentaría, manteniendo un doble discurso que se vuelve cada vez más insostenible, ya que este mismo gobierno profundizó durante todos estos años un modelo económico basado en el trabajo precario de gran parte de los asalariados.

Otras notas de La Verdad Obrera acerca del trabajo esclavo

domingo, 9 de enero de 2011

¿Quién le hace el juego a la derecha?

Aún tenemos pendiente la segunda parte de nuestra respuesta al artículo de Mrio Toer en Página 12. Mientras tanto compartimos con ustedes la respuesta de Facundo Aguirre que salio ublicada en La Verdad Obrera de esta semana


Por: Facundo Aguirre
 
El politólogo Mario Toer acaba de publicar en el diario oficial Página/12, (el mismo donde pisa fuerte el ideólogo de la actual política de Seguridad liderada, Horacio Verbitsky), un virulento ataque al trotskismo repitiendo los argumentos de Hannibal Fernández sobre una supuesta funcionalidad de sus acciones con la derecha.
El ataque de Toer se inscribe en la línea del actual funcionario de la Biblioteca Nacional, Horacio González, con quien polemizamos en el número anterior de La Verdad Obrera, quien sostiene que el trotskismo es funcional a la “razón golpista” de una derecha que cuestiona la “razón democrática”. Toer justifica su crítica argumentando contra el corte realizado por militantes del Partido Obrero el 23 de diciembre. Nuestras posiciones con respecto a esta acción son públicas, así como es pública e incondicional nuestra defensa de los compañeros ferroviarios del PO ante los ataques del Estado.
Lo cierto es que Toer repite en su nota un compendio de lugares comunes contra el trotskismo, breviario que tiene su origen “intelectual” en el estalinismo que desde el surgimiento de la oposición de Izquierda a fines de los años ’20 se encargó de calumniar y perseguir al movimiento trotskista en la Unión Soviética y en el resto del mundo, llegando incluso al vil asesinato del dirigente de la revolución bolchevique León Trotsky en su exilio mexicano, para sostener una dictadura totalitaria de una burocracia privilegiada que ejercía el poder mediante el gulag y el crimen político.

jueves, 6 de enero de 2011

Tiempo Argentino: “Cuando hay ausencia de … VERGÜENZA


En el día de hoy, casi todos los diarios informa que la Justicia Federal ha procesado a cuatros compañeros.

Por ejemplo en el oficialista Página 12 (el diario que mayor extensión le dedicó a los procesamientos) se puede leer: “El juez federal de Quilmes, Luis Armella, avanzó en la investigación por el corte de vías en la estación Avellaneda y decidió procesar a tres integrantes del Partido Obrero (PO) y a un trabajador ferroviario despedido por extorsión e interrupción de transporte público terrestre. Omar Merino, Darío Hospital, Eduardo Belliboni y Miguel Morales” 

Por su parte, el también oficialista Tiempo Argentino solo da cuenta de los procesamientos en una nota titulada Murió uno de los heridos en los incidentes de Plaza Constitución obviando especificar que el juez Armella pertenece al fuero federal: “En tanto, en una causa paralela el juez Luis Armella dispuso el procesamiento sin prisión preventiva de cuatro militantes del PO por el corte de vías que derivó en los violentos incidentes en medio de los cuales Pizarro Araya resultó herido de gravedad.

miércoles, 5 de enero de 2011

Mario Toer y el antitrotskimo oficialista: confusionismo y sentido común. (parte I)


Buscando ser claros, en esta primera entrega seremos aburridamente esquemáticos respondiendo al macartista artículo de Mario Toer publicado en el oficialista Página 12. En una segunda entrega ensayaremos un pensamiento mas general en torno al “papel de los medios de comunicación” debatiendo con este y otros artículos del intelectual kirchnerista.


En La índole de ciertos oficios, el trotskismo y sus desaciertos, publicado recientemente en P/12, Mario Toer mezcla, confunde y omite diversas estrategias de las distintas tendencias trotskistas (sin precisar ninguna de ellas) para finalmente dejar en claro una conclusión que, partiendo del sentido común, choca con la realidad y con parte de su obra: Los trotskistas no influyen en la escena política pues sus resultados electorales no superan el 2 %

En color citamos fragmentos del artículo de Toer. En negro expresamos nuestra crítica:

Aunque ni los más avezados de los estudiantes de Ciencia Política puedan explicar sus diferencias, las sectas trotskistas que presumen de partidos rondan la decena.

Primero, no “presumimos” de partidos. Ciertamente estamos lejos de la concepción de partido político electoralista y burgués. Nosotros formamos partidos políticos a la manera de Lenin, arraigados en la clase obrera, que persiguen la toma del poder por esta, la clase explotada. Mario Toer, politólogo, conoce claramente la diferencia entre unos y otros, del mismo modo que conoce las diferencias estratégicas que se dan entre los distintos partidos trotskistas para intervenir en la coyuntura política. Este meter a todos en la misma bolsa no es más que un recurso, sustentado en el sentido común, para agrupar a quienes se pretende denostar e invalidar.

No puede ponerse en cuestión que en sus filas prima el rechazo por las injusticias que el modo de producir capitalista provoca y que es generosa su entrega, como lo evidencia la joven vida truncada de Mariano Ferreyra, alevosamente asesinado por matones de un pseudo sindicato.

Ese “pseudo sindicato” pertenece a la CGT, la única central que goza con la Personería Jurídica y de la cual, Aníbal Fernández, a pocos días del asesinato de nuestro compañero, dijo que era la columna vertebral del gobierno. Luego, como bien dice Toer, es el sistema capitalista el provoca la mayoría de las injusticias. Por esto mismo los trotskistas nos proponemos derrocarlo para construir una nueva sociedad sin explotadores ni explotados. Toer, por su parte, presta sus servicios a la clase dominante para mantenerlo incólume.

Pero es más que evidente que semejante empeño no es suficiente para emerger en la escena política

Solamente puede adscribir esta frase quien entienda que la “escena política” se circunscribe a las elecciones y los escaños que éstas otorgan. Ningún politólogo de este tiempo podría ignorar (como hacían los intelectuales del siglo XIX, quienes trabajaban para el poder político, al igual que lo hace hoy Mario Toer) que la política también transcurre en la base de la sociedad, en las fabricas, en los sindicatos, en los barrios, etc. Por ello, si por ejemplo, gracias a la lucha de sectores antiburocráticos del gremio de la alimentación (fundamentalmente de la agrupación Desde las Bases impulsada por el trotskista PTS) el año pasado se ha conseguido un aumento del 35% perforando el techo que los empresarios, el gobierno y la burocracia, le intentaron poner a las paritarias, no puede decirse que el empeño no es suficiente para emerger en la escena política. El empeño da sus frutos y si no lo vemos “en escena” es porque los medios de comunicación hacen malabares por ocultarlo.

el trotskismo, más allá de sus matices o algunas lúcidas rectificaciones, ha quedado pegado al marco conceptual de la Segunda Internacional, que se atenía a la fase del capitalismo que madurara en el siglo XIX, esperando que el crecimiento imparable de la clase obrera permitiera, con el peso de su número, ajustar las cuentas con la burguesía de su propio país. Comparten esa premisa con los reformistas, aunque pretendan otro final. No comprendieron las transformaciones del siglo XX, todas las implicancias del imperialismo y mucho menos la índole de los conflictos en las periferias. Su propuesta estratégica, sea en Noruega, Francia, Mozambique o Bolivia, será la misma: “frente obrero” o “frente de trabajadores”. Nunca pretendieron encontrar un enemigo principal o procurar la unidad del pueblo. Eso era para los “populistas”, deviniendo en tarea central “desnudarlos” para que no confundan a los trabajadores. Lo que aquí padece el kirchnerismo, lo sufren por igual Morales, Correa, Lula o Chávez.

El término “populista”, Mario Toer lo sabe, es un término que por su vaguedad no define nada. Por eso los trotskistas utilizamos el concepto de “bonapartismo sui génesis” acuñado por el propio León Trotski, para definir a un gobierno que, como en estos casos,  se eleva por encima de las clases maniobrando con el proletariado, llegando incluso a hacerle concesiones, ganando de este modo la posibilidad de disponer de cierta libertad en relación a los capitalistas extranjeros (en el caso argentino, ni eso).
Todo el párrafo de Toer que acabamos de citar esta plagado de falsedades. La principal de ellas es la que dice que los trotskistas Nunca pretendieron encontrar un enemigo principal o procurar la unidad del pueblo. El artilugio que utiliza Mario Toer para decir tales mentiras es incluir dentro del concepto de “pueblo” a las burguesías nacionales, o sea a los explotadores que nacieron dentro de las fronteras del mismo país. El trotskismo sabe bien cual es su enemigo principal, este no es ni más ni menos que el capitalista, el dueño de los medios de producción, sin hacer mayores distinciones de cual es su país de origen, pues todo capitalista es opresor y explotador de sus trabajadores y como tal defiende sus intereses que son contrarios a los de la clase obrera. Para ahondar en las falsedades que contiene el párrafo citado, transcribiremos extractos de un artículo de Juan Dal Maso en La Verdad Obrera, el cual se refiere a los debates que daba Trotski en sus años de exilio en México y de cara a la fundación de la Cuarta Internacional impulsada por el propio León Trotsky:
“Si bien la teoría de Trotsky sobre la revolución permanente tiene como un componente central la reflexión sobre el carácter de la revolución en los países de la periferia capitalista, la realidad latinoamericana plantearía nuevos problemas para dilucidar, frente a los cuales, la teoría de la revolución permanente daba las herramientas para un análisis marxista, pero a condición de no transformarla en un esquema abstracto.
Trotsky ubicaba a América Latina dentro de la lucha revolucionaria a nivel mundial. (…) consideraba al proletariado internacional y a los pueblos oprimidos, las dos corrientes fundamentales de lucha contre el capitalismo en su fase imperialista. Partiendo de la reivindicación de la lucha contra el imperialismo, fascista o democrático, Trotsky asignaba un rol central a la clase obrera en esa lucha. Contra el nacional-populismo, reivindicaba la comunidad de intereses entre la clase obrera latinoamericana y la clase obrera mundial. (…) el gobierno (mexicano) de Cárdenas, sin salirse de los marcos de la propiedad privada capitalista, había tomado importantes medidas que afectaban los intereses del imperialismo, como la nacionalización del petróleo y en segundo lugar la de los ferrocarriles. Ubicándose del lado de la nación oprimida contra el imperialismo, Trotsky planteaba que ‘La expropiación del petróleo no es ni socialista ni comunista. Es una medida de defensa nacional altamente progresista (...) El proletariado internacional no tiene ninguna razón para identificar su programa con el programa del gobierno mexicano. (...) La causa de México, como la causa de España, como la causa de China, es la causa de la clase obrera internacional. La lucha por el petróleo mexicano es sólo una de la escaramuzas de vanguardia de las futuras batallas entre los opresores y los oprimidos.’ Ahora bien, más allá de este posicionamiento de principios (…) se planteaba el problema de ¿Por qué un gobierno burgués iba tan lejos en atacar los intereses del imperialismo?”. Ante ello Trotski sostenía: “En los países industrialmente atrasados el capital extranjero juega un rol decisivo. De ahí la relativa debilidad de la burguesía nacional en relación al proletariado nacional. Esto crea condiciones especiales de poder estatal. El gobierno oscila entre el capital extranjero y el nacional, entre la relativamente débil burguesía nacional y el relativamente poderoso proletariado. Esto le da al gobierno un carácter bonapartista sui generis (…) La injerencia del Estado en la vida sindical, a través de una fortísima burocracia sindical, permitía al gobierno controlar a los trabajadores, haciéndole concesiones muy importantes, pero de forma tal que no implicaran pasos concretos en la independencia política de la clase obrera. (…) Sería un error desastroso, un completo engaño, afirmar que el camino al socialismo no pasa por la revolución proletaria, sino por la nacionalización que haga el estado burgués en algunas ramas de la industria y su transferencia a las organizaciones obreras. Pero esta no es la cuestión. El gobierno burgués llevó a cabo por sí mismo la nacionalización y se ha visto obligado a pedir la participación de los trabajadores en la administración de la industria nacionalizada. Por supuesto, se puede evadir la cuestión aduciendo que, a menos que el proletariado tome el poder, la participación de los sindicatos en el manejo de las empresas del capitalismo de Estado no puede dar resultados socialistas. Sin embargo, una política tan negativa de parte del ala revolucionaria no sería comprendida por las masas y reforzaría las posiciones oportunistas. Para los marxistas no se trata de construir el socialismo con las manos de la burguesía, sino de utilizar las situaciones que se presentan dentro del capitalismo de Estado y hacer avanzar el movimiento revolucionario de los trabajadores.”

El problema es que son los principales artífices del crecimiento de la derecha, incluso en sectores populares. Si no supiéramos que antiguas injusticias nutren su impaciencia, aquí y en cualquier parte, podríamos suponer que están concebidos por encargo.

Los conceptos "derecha" e "izquierda" suelen utilizarse en términos relativos. Para nosotros la derecha representa todo aquello que avala y sostiene, concientemente, al sistema capitalista, por ello, más allá de que Toer se llame progresista, para nosotros representa a la derecha, y como vemos aquí, a lo más reaccionario de la derecha: la derecha macartista. Hilando más fino, es descabellado plantear que partidos trotskistas como el PTS que tuvo crucial importancia en la lucha por expropiar a los capitalistas, como en el caso de Zanón, sean los principales artífices del crecimiento de la derecha. Qué se podría decir entonces de fuerzas como el Frente Para la Victoria que llevó a la gobernación de la Provincia de Buenos Aires al fascista de Scioli que impulsa la mano dura y encubre los casos de gatillo fácil e incluso de desaparición de personas como lo demuestra el caso de Luciano Arruga. Por otro lado, lo que Mario Toer llama “antiguas injusticias” no son más que las presentes injusticias: flexibilización y precarización laboral, faltas de viviendas dignas, persecución y criminalización de la protesta, represión estatal (y ahora también paraestatal) que asesina trabajadores y mantiene impunes a los responsables, etc., etc., etc.

Por eso, más allá de la extrañeza que provocan, es necesario debatir y consolidar autoridad política allí donde se hagan presentes. Sin aprioris ni bravatas. Pero poniendo en evidencia a quién están sirviendo.

¿Necesario para quien? ¿Qué tipo de autoridad política? Es claro, Mario Toer esta hablando de la necesidad burguesa de contener el auge que los partidos trotskista están teniendo dentro de los distintos campos donde se desarrolla la lucha de clases. Más allá de su aporte a la confusión general, en la práctica queda claro que el trotskismo está sirviendo a la clase trabajadora en la lucha por su emancipación.

Publicado originalmente en observatoriomarxistademedios.blogspot.com

lunes, 3 de enero de 2011

sábado, 1 de enero de 2011

Sacado del Medio se presenta




Quienes sostenemos este blog tenemos como materia prima para nuestros análisis y críticas la interminable serie de mentiras, manipulaciones y operaciones de prensa de un grupo de capitalistas que construyen sus ganancias poniendo a funcionar diarios, radios, canales y multimedios. Más allá de sus discursos, sean oficialistas u opositores, sean privados o estatales, más allá de sus pujas intestinas, los grandes medios de comunicación nos mienten, manipulan la información, acallan las voces de quienes luchan contra los poderosos y hasta justifican las aberraciones cotidianas que ejecuta impunemente la burguesía.

Fue Bill Kovach, viejo periodista del New York Times y ganador de varios premios Pulitzer, quien dijo que “el periodismo es la primera versión de la historia”. Interesante definición. Pero claro, si la historia es relatada en su momento inicial por el Times, el Post, El País, Clarín, la RAI, Le Monde, CNN, Al Jazeera, O Globo, BBC o cualquier otro medio en mano de poderosos; ¿cuál es la historia que se nos presenta ante los ojos y los oídos día a día?

¿Qué lugar nos tiene reservado en la historia a los explotados y oprimidos de esta sociedad ese enjambre global de medios periodísticos? ¿Qué partecita de sus páginas y sus señales nos toca a quienes cada mañana levantamos nuestros huesos inaugurando otra jornada en la que venderemos nuestras energías a cambio de salarios que apenas servirán para comer, vestirnos y viajar ida y vuelta a la fábrica, al taller, a la oficina o a la escuela?

Somos concientes de que gran parte de las cosas que ellos publicitan son inalcanzables para nuestros bolsillos, de que las vidas que intentan ofrecernos están demasiado lejos de nuestras posibilidades, de que el ciudadano al que ellos les hablan vive en un barrio, en una ciudad, en un mundo que no nos pertenece. Y sin embargo nos hablan con la hipócrita benevolencia de quien cree que está a nuestro servicio.

Interesante la definición de Kovach. Tanto que se pretende verdadera. Pero la Historia de los que luchan casi nunca es relatada por él y sus colegas. La Historia de los trabajadores, de las mujeres, de los sectores populares, de los pobres, de las incansables comunidades impulsadas a organizarse por el hambre, la bronca y el irreverente sentimiento de justicia; no llena las páginas ni el aire ni las pantallas de esos grandes mentirosos de la historia.

A nosotros nos convence más lo que alguna vez, luchando contra el poder reaccionario, escribió Rodolfo Walsh. “Nuestras clases dominantes han procurado siempre que los trabajadores no tengan historia, no tengan doctrina, no tengan héroes y mártires. Cada lucha debe empezar de nuevo, separada de las luchas anteriores: la experiencia colectiva se pierde, las lecciones se olvidan. La historia parece así como propiedad privada cuyos dueños son los dueños de todas las otras cosas”.

Contra esa propiedad privada historizada, de cuya primera versión pretende dar cuenta el periodismo de los capitalistas, intentamos dar testimonio. Apenas somos escribientes urgidos. Apenas podemos dar cuenta de algunas mentiras y pelear para sacarlas del medio. Pero por algún lugar debíamos empezar. Por eso sacamos de los medios lo que creemos que hay que cuestionar. Por eso lo cuestionamos, para sacarlo del medio y que no estorbe. Y por eso, también, cuanto más nos abocamos a batallar contra ellos, más nos sacamos.

Sacado del Medio, con la certeza de que esa libertad, la que los medios llaman cínicamente libertad de expresión, será un engaño mientras sobre la prensa se pose, con total impudicia, el poder del capital.